Exótico y fascinante: Omán es un destino que despierta la curiosidad y el interés debido a su rica cultura y su historia milenaria. Desde sus coloridos zocos hasta sus impresionantes fortalezas, cada rincón de Omán ofrece una experiencia exótica y fascinante.
Si estás planeando un viaje a este hermoso país, has llegado al lugar correcto. Aquí te contamos algunas curiosidades que quizá no sabías y que harán que disfrutes todavía más de tu aventura en Omán, la perla de Arabia.
1) Su apasionante historia
¿Sabías que Omán es el país más antiguo del mundo árabe? ¿O que la tradición dice que un marinero omaní fue clave en conseguir la primera navegación directa desde Europa hasta la India? ¿O que Omán llegó a gobernar sobre Zanzíbar?
Con la introducción del islam en la zona, Omán se fundó como Imanato (o nación gobernada por un imam) en el año 751. Tras varios siglos se convirtió en un Sultanato de la mano de la dinastía Nabhani, que reinó en el país cerca de 500 años en un período de frecuentes guerras civiles.
En plena época de grandes descubrimientos navales, la tradición dice que fue un marinero omaní, Ahmed bin Majid, quien ayudó a Vasco de Gama en el siglo XV a cruzar desde África hasta India, abriendo así la puerta a la futura invasión portuguesa que se mantendría hasta mitad del siglo XVIII.
A partir de ese momento, empieza un renacer omaní y su extensión y dominación de las costas africanas, llegando incluso a controlar la lejana isla de Zanzíbar. Esta época de tranquilidad y crecimiento terminó con la muerte del sultán Sa’id bin Sultan Al-Busaiden 1856, hecho que precipitó la división del imperio entre dos de sus hijos en dos principados separados: Zanzíbar y las costas africanas, por un lado, y Muscat y Omán por el otro.
Diferentes revueltas e inestabilidades propiciaron que en 1970 el sultán se viera obligado a abdicar en favor de su hijo Qabus ibn Said, comenzando así una fase de crecimiento y modernización, que ha convertido Omán en el país que es hoy en día. Para conocer más, no puedes perderte una visita al Museo Nacional, en Muscat.
2) Sus inmensos desiertos
Es innegable que Omán evoca desierto, arena, sol, leyenda… ¿Sabías que Omán es, en extensión, el 20º país más grande de Asia y el 71º del mundo? ¿Sabías que el 82% de su territorio es desierto?
El desierto de Wahiba Sands, formado durante el período Cuaternario y llamado así por la tribu Bani Wahiba que en él habitaba, es un inmenso mar de arena que se extiende a lo largo de 12.500 km2 del territorio omaní y destaca por sus arenas de tono entre caoba y rojo intenso. ¿Sabías que algunas de sus dunas tienen más de 100 metros de altura?
Si piensas que en este lugar árido no puede haber vida, ¡te equivocas! este desierto es hogar de más de 16.000 invertebrados, así como de otras 200 especies de vida salvaje, y 150 especies de flora autóctona. Así mismo, Omán es hogar de increíbles mamíferos como el llamado leopardo de Arabia (el más pequeño de los leopardos y que solo se encuentra en Yemen, Omán e Israel) o el thar árabe (especie de caprino protegida que vive en las montañas a altitudes superiores a los 1800m y que se caracteriza por la larga crin de los machos)
Además, en la actualidad, diferentes tribus beduinas siguen habitando este árido paraje dedicándose, entre otras actividades, a la cría de camellos y, entre los meses de junio y septiembre, a la recolección de dátiles.
Pasando una noche bajo un manto de estrellas o bajo la luna llena en el desierto podrás percibir la magnitud, quietud y silencio de este hermoso paraje.
3) Su aromático Incienso
Omán es uno de los mayores productores de incienso del mundo y, para muchos, el país que posee el mejor y más puro incienso. Seguro que has oído hablar de la ruta de la seda… ¿pero sabías que también existió la llamada ruta del incienso? Y es que, desde la antigüedad esta resina, producida por la aromática savia de un árbol, ha sido muy valorada (¡y muy lucrativa!) y se ha usado con fines religiosos, medicinales y para la fabricación de perfumes.
En el mundo cristiano, la leyenda de los Reyes Magos ya nos muestra la importancia de esta resina: junto con la mirra y el oro, el incienso fue uno de los tres presentes ofrecidos al recién nacido Jesús… y en el lejano oriente se sigue usandopara venerar a las deidades.
Todavía hoy, la medicina ayurvédica, sigue usando el incienso en sus tratamientos tradicionales y, por supuesto, este aromático material se sigue usando en la fabricación de perfumes.
Tal ha sido la importancia de este producto en Omán que en 2020 la llamada Tierra del Incienso (actual región de Dhofar, con Salalah como capital) fue inscrita en el Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Si viajas aeste mágico país en primavera no puedes dejar de visitar la Tierra del Incienso donde podrás ver como se recolecta esta olorosa resina, todavía de forma artesanal.
4) Sus laberínticos Aflaj
Los aflaj (o falaj en plural) son ingeniosos sistemas de irrigación que usan la gravedad para transportar el agua canalizada desde fuentes subterráneas o manantiales, a veces durante kilómetros, y hacerla llegar a las diferentes aldeas tanto para el consumo humano como para la agricultura. En una región árida como es Omán, el agua era un bien muy preciado y como tal había que protegerlo y defenderlo: a lo largo del territorio omaní encontraremos diferentes torres de vigía que cumplían esta misión.
Inscritos en 2020 en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, los aflaj han permitido transportar el agua durante siglos… ¿sabías que estos aflaj datan del siglo VI y que las evidencias arqueológicas muestran que ya existían sistemas de irrigación en la zona desde hace 5000 años?
Los aflaj fueron determinantes no solo para garantizar la llegada del agua y la supervivencia, sino que también estructuraron la sociedad omaní creando vínculos de ayuda y dependencia mutua entre diferentes pueblos y aldeas.
Podrás ver aflaj en diferentes pueblos y aldeas, como Birkat al Mouz o Misfat, entre otros.